jueves, 2 de julio de 2009

Créeme que las chicas son como las manzanas de un árbol.
Las mejores de estas manzanas están en lo más alto.
Los chicos no desean tomar las mejores porque temen caerse y hacerse daño.
En vez de esto, ellos simplemente cojen las manzanas caídas del suelo que no son tan buenas y son más fáciles.
De esta forma, las manzanas de la copa piensan que algo no funciona en ellas, cuando en realidad son asombrosas.
Ellas sólo tienen que esperar que llegue el muchacho adecuado, el que sea lo suficientemente valiente para subir todo el camino hasta la copa.

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